
Nicasio Duno (Coro, Venezuela,1954) se inicia en la pintura de manera casi instintiva, gracias al vasto repertorio de relatos que pobló su infancia de mitos, leyendas y costumbres de la Sierra Falconiana.
Estas historias, narradas por sus padres forjaron dentro del artista un imaginario donde convivían músicos populares, duendes, figuras religiosas, cantos, celebraciones, junto a una naturaleza exuberante, a la vez que mágica y fantasmal.
Sus primeras obras se derivan de su paso por la Escuela de Artes Plásticas Tito Salas, donde asistió sobre todo a las clases teóricas, ya que las prácticas generaron en él una actitud de rebeldía, por parecerle rígidas y convencionales en muchos sentidos.
De estas primeras experiencias surge su exposición “Los personajes de la farsa”, de 1976, en la que predominará el trazo satírico, la mirada crítica, y que expresará un entorno urbano caracterizado por la hipocrecía y la doble moral.
Junto a Emiro Lobo y Luis Wiche Colina, en 1980, crea el taller “A” que se lleva a cabo en Adícora, lugar que en ese momento era punto de encuentro para creadores tan potentes como Lía Bermudez. Luego, en el taller que estableció en la Calle Comercio de Coro, y gracias a su estancia en San Carlos de Cojedes, irá acumulando experiencias que enriquecerán su labor como artista, ya que explorará nuevas técnicas pictóricas, a la par que desarrollará una mirada nueva y más profunda de la naturaleza.

Surge así un ámbito nuevo de creación en el que aparecen fantásticas noches iluminadas, pobladas por personajes que rezan, bailan o viajan por los aires, y que conviven con duendes, figuras religiosas o de la mitología serrana.
Así, sus cuadros dan la impresión de que las dimensiones terrestres y celestes se han entrelazado y mezclado mágicamente.
Bien expresará el pintor que crea en medio de una atmósfera festiva y alegre, por lo que sus obras comunican este espíritu de alegría con el que desea vincular al espectador en una experiencia de celebración de lo humano y de la belleza.

Instalado desde hace unos años en Ecuador, ha expuesto en la Galería Sara Palacios nuevas obras que continúan esa mirada mágica y alegre de su tierra natal, a través de exposiciones tales como "Los cuentos de Falcón", de 2020.
Es el caso de una pieza tan colorida y llena de encanto como "Ofrenda", que pertenece a esta exposición de 2020, en la que sigue llenando el mundo con la riqueza polícroma de su mirada.

Para más información sobre el pintor: @dunoarte
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